domingo, 18 de mayo de 2008

Gatos


Apenas abrimos la puerta entran los gatos a buscar su alimento. Se trata de una pareja de gatos adoptados, bautizados como gato-cucho y gata-cucha por los niños. Olga los tiene mal criados, de tal manera que los muy patudos se sienten como en su casa y una vez que han terminado de degustar el alimento gatuno, se dedican a reposar el almuerzo durmiendo una siesta arriba de una silla.
En todo caso son animales silenciosos, no molestan y tampoco se enfadan cuando los echamos.
Gata-cucha (la de pelaje oscuro) está operada y no puede tener descendencia, pero ella no ha manifestado ninguna preocupación al respecto.


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