lunes, 16 de julio de 2012

Fiesta de San Fermín 2012

Comparto unas bellas fotos de esta gran fiesta de San Fermín. Si voy para allá voy a mirar de lejito no más.














martes, 3 de julio de 2012

Algunos recuerdos de mi infancia

Mi infancia la pasé en el pasaje de Premio Nobel, allí tuve varios amiguitos cuyos nombres aun recuerdo y difícilmente olvidaré: Leo, Alberto, Tito, Jaime Chico, Jaime Grande y después se integró Sandrino. Con ellos compartí muchos juegos infantiles, curiosidades de niños e incluso un "Club de Tobi" con casita en el árbol y todo.
En algunas oportunidades íbamos al Bazar Érika a comprar petardos, había de varios tipos, unos grandes llamados burro que los colocábamos en un tarro o en los orificios de los postes de alumbrado y otros chicos que estaban todos unidos por una mecha en común, se podían usar de a uno o todos juntos y en ese caso era sonoramente más llamativo.
En algunas oportunidades iba al kiosko de la esquina a comprar la revista Mampato, esta revista marcó un hito en mi generación y comencé a comprarla desde el número en que apareció el Gigante Egoista en su portada. Me llamaba la atención las historietas de mampato, Máximo Chambonez, Corentín, la biografías, los juegos y manualidades que tenía. No he visto una mejor revista para niños.

Tenía una bici, una mini con la cual recorrí el barrio (Macul cerca de la Municipalidad) y tuve varias caidas sin consecuencia afortunadamente. A las bicis también se les añadía un pedazo de cartón que hacía contacto con los rayos de la rueda y producía un sonido como de motor.
Jugábamos una variedad de juegos que en estos momentos de la era xbox y nintendo podríamos calificar de "primitivos". Los niños me comentaron que a ellos en el recreo los profes les enseñaban estos juegos como parte de investigaciones históricas del comportamiento de la socciedad de los 70 y 80.
Entre estos juegos recuerdo el del "burro", quién dirigía la acción era "el palo", y se ubicaba apoyando la espalda en un poste y con la cabeza del que hacía de burro apoyada en su estómago,dirigía las las acciones al el resto de los concurrentes situados alrededor del pobre burro ordenando acciones como: "a los tenedorcitos", "los cuchillos", hasta que de repente decía "patada del burro" y el burro pegaba una feroz patada y a quién alcanzaba era el nuevo "burro"
El juego del luche y saltar la cuerda eran casi exclusivemente femeninos pero no era del todo mal visto participar en ellos siempre y cuando se tratase de una manifestación de destreza.
Una de mis mayores frustraciones es no haber podido tirar bien el trompo. No era fácil y algunos de mis amigos tenían una habilidad envidiable. También recuerdo esos trompos plásticos con orificios y que al bailar también "cantaban".